Queridos lectores, espero que estéis disfrutando de una Feliz Navidad, en
compañía de vuestros seres queridos. Son días de emoción para vivenciarlos
rodeados de los nuestros y también añoramos a quiénes ya no están con nosotros
y por tanto siempre se nos remueven las emociones. Aún así espero que por algún
momento todos hayamos recuperado la ilusión de
cuando éramos niños y no no nos dejemos llevar por la vena consumista
que es lo de menos, lo mejor es es decir cuanto quieres a esa persona que hace
mucho que no la ves, comerte a besos a tu madre y en definitiva como siempre
digo dejar que el corazón nos lleve. Si tenéis vacaciones disfrutarlas a tope
sino como servidora pensar que ya vendrán tiempos mejores. Deseandoos como
siempre lo mejor os entrego mi nuevo capítulo de las azaleas. Un abrazo enorme.
capítulo 9
Albert se marchó dejándome acurrucada en el suelo, llorando con amargura ,
desconsoladamente. Entre en mi cuarto y me tiré sobre la cama. Pasé toda la
noche derramando lágrimas sin cesar , hipando y sollozando y aunque la cabeza me estallaba no pude
conciliar el sueño . Estaba pensando qué era lo que me estaba ocurriendo .
Albert y yo siempre nos habíamos llevado mal , pero esta noche me había
humillado vilmente. Deseaba con todas mis fuerzas que pagara por lo que había
hecho , pero él tenía razón al asegurar que no me sería tan fácil deshacerme de
sus servicios. Recapacitaba sobre lo que debía hacer. No podía soportar la idea
de volver a verle como cada día acosándome a cada momento , después de lo de
esta noche. Imaginé como se divertiría Emma si se enteraba de como su amor me
había despreciado , y estaba segura de que se enteraría. Albert correría a
contárselo . Recordé mi vida anterior . Era más feliz en mi pequeño apartamento
rodeada de mis amigas . Decidí que muy temprano para que nadie se diera cuenta
abandonaría esta casa. Cuando por fin
conseguí dormirme tuve una terrible pesadilla .
Oía voces que me llamaban cobarde ,
la mano pálida de todos mis sueños atenazándome el brazo y poniéndome la sortija
de la familia Lowenfeld que se me había legado en el testamento de Theodora y
que sin embargo no había aparecido entre sus pertenencias. El sol entró pronto por mis grandes
ventanales. Suspiré , mi decisión estaba tomada y no daría marcha atrás. Hice
mi maleta muy deprisa , sin apenas doblar la ropa y me dispuse a escribir una
carta para Henrietta pidiéndola perdón por abandonarla , sin explicarla nada
más. Lo que menos me podía esperar fue lo que sucedió a continuación . El mismo
Albert penetró en mi habitación .Parecía mucho más dócil que ayer, observó mi
maleta y una sonrisa se perfiló en sus labios . Se regocijaba interiormente del
efecto que había producido en mí su dureza. Sin embargo se acercó a mí y en voz
baja empezó a hablar .
Francesca me acaba de comentar que Emma está mucho mejor. Supongo que te
alegrará saberlo
Ajá - Asentí sin atreverme a mirarle a los ojos
Lori , estoy aquí por una simple y única razón -Me dijo mientras me cogía de la barbilla suavemente obligándome
a mirarle sus ojos verdosos que brillaban apasionadamente , era la primera vez
que me llamaba por mi nombre, pensé que volvería a besarme y me retiré de él bruscamente. Albert sonrió
maliciosamente adivinando mis pensamientos
- No quiero que te asustes de mí ,
solo deseo que olvides lo que ha pasado
entre nosotros. Anoche estaba fuera de mí , y me comporté como una bestia . Te
prometo que si así lo deseas no me volveré a acercar a ti bajo ningún concepto
. Aunque yo preferiría que me pidieras que fuéramos amigos , pero eso lo dejo
en tus manos . - Reparó más fijamente en mi maleta y en los armarios y cajones
totalmente vacíos , entonces dulcificado su voz y su gesto y alejándose hacia
la puerta susurró - Por favor , no te marches por mi culpa , he sido un necio ,
pero lo siento con toda mi alma.
Albert desapareció de mi cuarto . Ignoraba como había podido entrar en mi
habitación sin ser visto y salir así , de la misma manera . Este chico había
logrado desconcertarme . Cada vez que aparecía
y me hablaba volvía mi alma del revés. Hoy me había demostrado que podía
ser humilde y era capaz de reconocer sus errores . Pero podía volver a
convertirse en bestia , como él mismo había dicho. La noche anterior Albert
admitió que me odiaba y por muchos motivos ...
Decidí darme otra oportunidad y deshice mi maleta. No me acercaría ni a
Emma ni a Albert ,que hicieran y
dijeran lo que quisieran . A distancia no me podían hacer ningún daño .
Bajé a desayunar , pero me había olvidado de maquillarme y los ojos
hinchados destacaban bastante en la
pálida cara. Inventé que no me encontraba demasiado bien , seguramente comería
algo pasado de fecha . Nadie creyó una palabra pero fueron muy discretos al
respecto , cosa que yo agradecí .
Querida - Dijo tía Henrietta - hoy es un día feliz para nosotros , hemos
recibido una carta de mi niño Alexander en la que nos comunica que pronto
vendrá seguramente para quedarse , si
no para siempre al menos si por una larga temporada.
Sonreí pensando que tal vez Alexander conseguiría animarme y mantener a
Albert a distancia . Emma seguía acostada y
a media tarde pidió que me avisaran .
Deseaba hablar conmigo .
Al principio pensé que no subiría , yo no estaba a las órdenes de esa
chiquilla insolente , por mucho que ella así lo pensara. Me convencí a mi misma que ni siquiera
Albert podría volver a atemorizarme , si así sucedía lo pondría en conocimiento
de Henrietta y Jasper , estaba segura de que me harían caso a mí y no a Emma.
Llamé con los nudillos.
Adelante - Cuando entré me sonrió y señaló su cama invitándome a sentarme a
su lado. - Querida, siento haberte tratado ayer como a una simple desconocida. - Confío en tu
bondad y espero que podrás perdonarme . Todo tiene una explicación . Estoy
enamorada con toda mi alma de Albert.
Yo no se si él también me ama , aunque a veces así lo parece . Antes de que tu
llegaras , sabía que mi madre jamás permitiría este noviazgo . Pero tu podrías
convencerla que nos dejara salir juntos. Por favor , mi madre está tan cambiada
Bueno ,yo no puedo prometerte nada
- dije sorprendida , estaba segura de lo que Emma me acaba de confesar como
también de que Albert jugaba con ella . No podía comprometerme a nada. Sin
embargo la dije que lo pensaría. Hablaría con su madre sobre el tema , pero eso
sí ,sin agobiarla demasiado .
Por la noche, en el jardín, Henrietta me preguntó que qué era lo que me
ocurría , pues me veía taciturna y seria
como jamás me había visto. Por un
momento dudé en sincerarme con ella , pero finalmente preferí guardar el
secreto . Albert en todo el día se había acercado a mí . Quería esperar y ver
si realmente me dejaba en paz antes de propiciar que le despidieran de su
trabajo . Pensé en su pobre madre
enferma y en Meg a quien desearía conocer.
Subí a acostarme , esperaba pasar mejor noche que la anterior , me
puse un camisón fino de gasa y me introduje en la cama . Cuando iba
a apagar la luz , el rubor encendió mis mejillas, pues sobre la
mesilla descubrí un par de azaleas blancas , sobre una nota que
decía solamente “ Gracias “ . Mis labios empezaron a arder
mientras recordaba su beso y me quede dormida como una niña .
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