martes, 8 de julio de 2014

Las azaleas del amor XXIV

Quién sabe  si esto pudo ser o será , si el intento sirvió para algo o la caída es más dura cada día, quizá este blog no sea poco más que el intento de un náufrago que envía una botella con mensaje al mar esperando que alguien responda y le rescate , quizá sea solamente el sueño de una niña que no quiso crecer y ver que la vida no era como ella esperaba, de lo único que estoy segura es de lo que siento, de cada latido de mi corazón , tal vez hoy no es uno de mis mejores días , pero así es el ser humano, hoy vienen a mí todas las dudas del mundo, toda la inseguridad, una especie de frío que te envuelve y del que no puedes escapar. Espero ir a mejor Un fuerte abrazo y que la vida os sonría allí donde quiera que estéis.

Capítulo 24

Así transcurrían la mayoría de los  días. Alexander me evitaba y siempre que coincidía con Francesca  acababan gritándose salvajemente. En la familia se respiraba una gran tensión y apenas se hablaban unos miembros con otros. Emma no comía  y seguía torturándose , encerrada en sus pensamientos a solas en su cuarto. Sin embargo la hacían ilusión los preparativos de su fiesta. Era lo único que conseguía hacerla volver ala realidad. Tía Henrietta continuaba preocupada, pero ella nada podía hacer.

Mientras tanto , Albert y yo preparábamos nuestra boda. Queríamos que fuera un hecho  sencillo y familiar sin demasiados invitados y que no resultara demasiado ostentosa.

Albert trepaba por las noches  a mi ventana y se colaba por ella , como un amante furtivo, allí me esperaba hasta que yo subía .Solíamos amarnos hasta el amanecer. Así éramos felices , pero esta dicha pronto se nos acabaría. Alguien se confabulaba  en nuestra contra a nuestras espaldas.

Quedaba un día para que Owen y Emma celebraran su compromiso. Francesca pidió a Albert que subiera a su gabinete y hablándole con su superioridad habitual le dijo:

-          Te he pedido que vinieras a mi presencia porque , como sabes  , mañana se celebra un acto de gran importancia en la mansión.

-           Sí , señora

-          Espero que no falle ningún detalle , por eso ,conociendo tu proeza arreglando ramos de flores y decorando los rincones de la casa llenándola de vida y de belleza , deseo que seas tú quién realice esas tareas en lugar de contratar los servicios de una floristería.        

-          Me halaga escuchar ese juicio que tiene usted sobre mi trabajo - dijo él con respeto.

-          Bien eso es algo evidente. No creas que trato de ser amable contigo por tu relación con Lori Anne. Precisamente de eso te quería hablar. Sabes que nosotros no nos hemos llevado nunca especialmente bien y me gustaría que esto cambiase a partir de ahora. Es por eso por lo que me siento obligada a abrirte los ojos , querido. No me parece justo que sigas engañado

-           Vaya, realmente ignoro que es a lo que se refiere - Comentó Albert , extrañado.

-          No te lo tomes a mal. Sólo espero que no me odies por esto. Pero los malos tragos, en mi opinión se han de pasar cuanto antes¿ Tú no lo crees así ?

-          Sí , por supuesto , pero todavía no comprendo nada en absoluto.

-          Bien , es mejor que tomes asiento - Albert siguió el consejo - Se trata de tu noviazgo con mi sobrina. Debe terminar y cuanto antes.

-          ¡Dios! , tendría que haber sospechado que se trataba de algo así. ¿Pretende sobornarme ? Creo que Lori Anne es ya toda una mujer y puede elegir libremente a sus amigos  o novios . ¿ No lo cree ?

-          ¡Oh! No, no , por favor no te ofendas. Estás equivocado. A mí me da igual si deseas seguir con ella , aún a pesar de tener que compartirla.

-          ¿Pero que está diciendo ? Es usted una arpía y solo pretende arruinar la felicidad de quienes la rodean. Sólo espero que algún día reciba el castigo que merece. No deseo escucharla más - Se levantó con intención de marcharse pero todavía debía escuchar lo que iba a suponer el golpe final y más doloroso

-          Bien , querido, siento que tengas  a Lori Anne tan idolatrada. Ha estado jugando contigo todo este tiempo y mañana en la fiesta de compromiso también se anunciará su boda con mi hijo Alexander.

-          Eso no es cierto - Contestó él , tajante.

-          ¡Ay! , cómo se nota que no conoces a las mujeres. Tú realmente eres un muchacho muy atractivo y seguro que sabes como divertir a una mujer joven. Pero , ya ves, solo has sido eso para ella. Un juego , una diversión , tómalo como quieras. Sin embargo no puedes darla lo que mi hijo. Una posición bastante respetable ¿ Cómo decirlo ? ¿ Te suena bien una posición social estable ?Además no olvides que Alexander también es muy atractivo físicamente y si además la fortuna Lowenfeld queda en familia , pues ya lo ves , querido.

-          Creo que sí, ahora lo empiezo a ver muy claro

-          Siento haberte roto el corazón , pero es mejor que conozcas la verdad. Puedes hablar con ella, aunque imagino que lo negará todo. No querrá perderte tan pronto. Lo lamento, Albert, por cierto , no olvides lo de mañana, tendrás una suculenta gratificación por ello .

-          No será necesario , solo realizaré mi trabajo . Con permiso

 

lunes, 7 de julio de 2014

Las azaleas del amor XXIII


Queridos amigos esta tarde vuelvo a daros un trocito de mi en forma de unas pocas  letras, mientras algunos corren los sanfermines, otros disfrutan de sus vacaciones y otros cuentan las horas  para poder irse. Yo me encuentro entre los últimos en unos días podré disfrutar de un merecido descanso y a la vuelta dios dirá habrá nuevas pruebas, nuevas realidades, seguir el camino en definitiva ,un fuerte abrazo para todos , os quiero y disfrutar de vuestras vacaciones.

 Capítulo 23

Cuando se fue, subí a mi cuarto. Parecía que estaba sonámbula y flotaba sobre una nube. Pero una voces me devolvieron a la realidad. Salían de la habitación de Alexander. Él y su madre volvían a regañar

- No se como puedes ser capaz de tal crueldad - dijo él

-  Soy tu madre y me debes obediencia -Francesca respondió-. Además sabes que te conviene más a ti que a mi misma. Piénsalo

Me fui a mi cuarto , no me parecía correcto escuchar una conversación ajena a mí. Además hoy me sentía tan feliz que nada ni nadie , me lo podría arruinar.

Por la mañana bajé temprano al jardín para reflexionar. Me sorprendió encontrarme con tía Henrietta. En su rostro podía apreciarse que estaba preocupada por algo.

-          Buenos días tía

-          Hola querida - Me respondió. Sin lugar a dudas también mi presencia allí a estas horas le había cogido desprevenida.

-          Te noto preocupada  ¿ Qué es aquello que te inquieta ?

-           Vamos hablaremos mientras desayunamos

 Nos sentamos en el porche y pronto nos trajeron las bandejas con nuestros primeros alimentos del día.

-          ¿ Y bien ? - Le insistí

-          Bueno , puede que pienses que me estoy convirtiendo en una vieja sensiblera. Verás , añoro la figura de Theodora. Ciertamente ella resultaba dura y arisca en algunas ocasiones y es lo que casi todo el mundo recuerda de ella.Sin embargo también tenía muy buenas cualidades como el valor que le daba a la familia. Con ella ahora no sucedería lo que ocurre.- Mordí la tostada y le pregunté a que se refería.- Bueno la familia se está hundiendo. Francesca y Jasper hace tiempo que no resultan un matrimonio convencional. Duermen en habitaciones separadas y cada uno lleva su vida de forma independiente a la del otro. Él ha tenido algunas historias fuera del matrimonio y Francesca ha tenido conocimiento de ellas.

-          ¿ Y porque no se ha divorciado ?

-          Evidentemente a ella no la convenía.

-          Es cierto – Asentí.

-           También me preocupa la pobre Emma - Henrietta continuó-. Creo que con los problemas que tiene lo mejor sería ingresarla en un buen centro, allí podrían atenderla los profesionales a diario y posiblemente mejoraría de una forma más rápida y eficaz.

-           Tienes razón. Incluso puede que te resulte cruel lo que te voy a decir pero da la sensación que a Francesca no le importa en absoluto la vida de su hija.

-          Sí , no contenta con manipular su vida desde que nació ahora la quiere casar y ¿ qué me dices de Owen ?- Me preguntó Henrietta

-          Es un ser frío y calculador , egoísta y sin principios , no me parece que sea la persona más adecuada y menos en este momento.

-           Pobre chiquilla. Por otro lado está Alexander. Ultimamente discute más que nunca con su madre. Este fin de semana no ha venido a dormir a la mansión. Se aloja en un hotel. Durante el día está aquí por su hermana. Pero...  

-          Anoche cuando regresé estaban discutiendo. Es lamentable. Pero ¿ tú sabes de que se trata ?

-           No , es algo entre ellos , suelen encerrarse en la biblioteca o en alguna habitación y así pueden pasar horas.

-           Tienes razón , la familia se está hundiendo. Ahora déjame darte una buena noticia - le mostré el anillo que Albert me había regalado.- Albert me ha pedido que me case con él .

-          ¿ De veras ?  Enhorabuena , querida. Al menos hay algo que todavía funciona. Pero ¿Cuándo te lo ha pedido ?

-          Justo anoche antes de despedirse de mí.

-          ¿ Piensa pedir tu mano a la familia ?

-           Bueno , ya sabes como es él. No hemos hablado del tema, pero lo veo muy difícil.

-          Podrías convencerle. Precisamente Francesca anda muy atareada preparando la fiesta de compromiso de Emma y Owen, podría ser un buen momento.

-           Bueno , intentaré hablar con él .

 Aquella tarde fuimos a darle la noticia a la familia de Albert. Meg salió a recibirnos

-          Hola , Lori Anne- me saludó ilusionada. Entramos a la cabaña. Albert me presentó como una visita muy especial.

-          Oh¡ Lori Anne, que sorpresa tan agradable - dijo su madre , que cocinaba. Me acerqué y la bese en la mejilla

-          ¿Cómo se encuentra Señora Seymour ?

-          Bueno , el doctor Walters dice que he mejorado muy rápido , por suerte tengo una voluntad muy fuerte.     

-          Cuanto me alegro

Me sentía tan bien que había comenzado a trastear con los cacharros de la cocina sin apenas darme cuenta. Madeleine me miraba con sorpresa.

-          Estaba preparando la cena ¿ Te quedarás a acompañarnos ?

-          Sí , sí , por favor , así me puedes acostar y contarme un cuento. Lo hacías tan bien.       - Arguyó Meg-. 

-          Bien me quedaré si no supone una molestia.

-          Claro  que no - dijo Albert , cogiéndome de la mano- Además , mamá , tenemos que confesarte que Lori Anne y yo estamos muy enamorados y nos vamos a casar.

-          ¿ Cómo ...? Es una noticia maravillosa.

-          ¿ Puedo llamarte hermana ? - me preguntó Meg

-          Sólo si no te aprovechas de “tu hermana mayor” - dije bromeando.

Fue una cena familiar y amable llena de bromas y buenos deseos. Se respiraba un ambiente de cálido bienestar. Tras acostar a Meg , ayudé a Madeleine a recoger la cocina, mientras Albert fumaba un cigarrillo fuera.                     

-          Realmente me ha alegrado muchísimo que Albert y tú hayáis hecho las paces. Yo sabía que tú eras una buena persona y no merecías que él te odiara ¿ sabes ? Eres igual a tu madre. Creo que en estos momentos ella también bendeciría vuestra unión como yo lo hago ahora.

-          Estoy segura de ello. Madeleine, me gustaría darte las gracias por haberme cuidado durante los años que pasé en el colegio. Albert me lo contó , y bueno ,de veras que no se como agradecértelo

-          ¡Ah! Mi pequeña. Ya lo haces con tu natural forma de ser. Sólo desearía que me quisieras como a una madre y acudieras a mí si tienes problemas

-          Ya la quiero mucho - dije besándola con ternura

-          Eres una buena chica - dijo ella , limpiándose una lágrima que resbalaba por su mejilla.

Nos despedimos , pues ya eran altas horas de la noche y Albert me devolvió a la mansión .

-          Tía Henrietta me dijo que deberías pedir mi mano a la familia

-          Me lo temía. Es lo que me pasa por enredarme con una  Lowenfield    

-           ¡Albert ! - grité enfadada.

-          Era una broma - dijo él , riéndose

-          Lo supuse, pero no tiene la más mínima gracia.          

-Perdóname - dijo , entonces , besándome en la frente con dulzura.

-Algo así había pensado , pero ahora como están demasiado ocupados con la fiesta de tu prima , creo que sería mejor dejarlo para más adelante

- De acuerdo , pero no lo aplaces demasiado. No se porqué pero tengo un mal presentimiento.

-No te preocupes , en cuanto pase este evento iré a pedir la mano de mi princesa .