miércoles, 25 de diciembre de 2013

Las azaleas del amor X


Me gustaría daros las gracias a todos los que me seguís y leéis y esperáis el siguiente blog con ilusión por eso me atrevoa regalaros  otro capítulo como un especial regalo de Navidad, con todo mi corazón, para vosotros y deseando que os guste, Un beso enorme.

 capítulo 10

A la mañana siguiente desperté  de buen humor y decidí llamar a mis amigas . Tenía que contarles todo lo que me había ocurrido . Me encontré con Albert en el vestíbulo . Él arreglaba un jarrón , mientras Emma leía recostada en un diván a su lado . El jardinero ni siquiera me miró  y yo salí  enfadada conmigo misma por haber rememorado ese beso y sentirme feliz. Albert era mi enemigo , además del galán de Emma y  eso era todo .

El ritual de las azaleas se repetía todas las noches, era algo que me gustaba, pensaba como llegaría cada noche a mi cuarto sin ser visto y sonreía malignamente pensando que diría Emma , si lo supiera. A veces veía como él me observaba si creía que yo no me daba cuenta. No me había vuelto a hablar , pero el gesto de las flores podía decir mucho más que un par de palabras. Además me di cuenta que evitaba a Emma lo más que podía , y el carácter de ella volvió a resentirse . Todos en la casa esperábamos con ilusión la llegada de Alexander con la esperanza de que nos alegrara y en especial a su hermana. Francesca me invitaba a ir de compras casi cada día , yo me compraba complementos de moda actual , mientras ella se centraba en ropa de cama , baño , y objetos de menaje, cualquiera diría que estaba preparando un ajuar  , pero si eso la hacía feliz no iba a ser yo quien se lo impidiera.

Tuvieron que pasar dos semanas para que Alexander nos alegrara con su presencia . Llegó cargado de regalos para todo el mundo  y especialmente para su “ carísima “ Emma . A Francesca la trajo un Foulard exquisito de seda italiana entre otras muchas chucherías . A Henrietta unos pendientes de ópalo ,que habían pertenecido ni más ni menos que a Lucrecia Borgia , o al menos era lo que se decía . Tía Henrietta se ruborizó cuando bromeamos sobre si la pertenencia de estas joyas la harían parecerse a su anterior propietaria . A Emma le había traído una colección de preciosas muñecas , lujosamente ataviadas realizadas con la mejor porcelana de Florencia .  Alexander era un ser muy romántico y cuando yo no esperaba que me entregara nada , a solas, bajo la luz de la luna ,  sacó una pequeña bolsita forrada de terciopelo  , al abrirla apareció un delicado frasco de cristal con la forma de una mujer , tal vez una diosa .

No se me ocurría que podía regalarte, entonces en uno de mis viajes a Verona conocí a una hechicera que me convenció de que este regalo sería el mejor para ti . Tal vez pienses que es un perfume vulgar , quizá de los más caros , pero tan  corriente en definitiva como cualquier otro . Quisiera pedirte que cerraras los ojos y lo olieras

Así lo hice. Intenté definir qué olor tenía pero no me fue fácil . No obstante era un aroma agradable, dulce , seductor .

¿ Qué es ? - Pregunté entonces a Alexander –Según cuenta la leyenda esta esencia tiene un poder especial y hace que dos seres se enamoren para que juntos sean uno solo y jamás nadie pueda separarlos . La historia es preciosa aunque igonoro si realmente funciona, sin embargo , por lo que tía Henrietta me ha contado sobre  ti en sus cartas pensé que te gustaría . Está hecho de  las plantas que lucían en el jardín de los Montesco , donde surgió el amor entre Romeo y Julieta.

Sí creo que es una historia encantadora y te prometo que guardaré este detalle como algo especial .

 Me alegra que digas eso, no ignoro que has tenido problemas con mi hermana y mi madre , pero quiero que sepas que yo te apoyaré incondicionalmente sin importarme contra quién .

Gracias  - Respondí -No hay de qué -Sonrió dejando una hermosa estela a su alrededor . Después alegando que estaba muy cansado por el viaje me dejó para ir a acostarse y se despidió de mí con un sencillo y rápido beso en mis labios .Alexander era un  hombre bastante atractivo y sus detalles e ideas románticas aún le hacían más fascinante. Sin embargo , cuando se marchó , me pasé los dedos por mis labios rememorando el salvaje beso de Albert .La escena que acababa de suceder en el jardín de la mansión Lowenfeld era digna de un cuento de hadas  pero lo que yo ignoraba es que varios ojos más de los deseados también la habían presenciado . Así, Albert tras unos arbustos , sintió un terrible delirio que estremeció todo su cuerpo  y salió corriendo produciendo un leve sonido de pisadas que yo confundí con los de algún animal . También Francesca desde su ventana observaba complacida la escena y frotándose las manos dijo para sus adentros: “Es fabuloso , ya solo nos queda el acto final” .

Minutos después alguien golpeó la puerta de su dormitorio

Adelante - dijo Francesca , dando paso a su hijo - Mi querido Alexander eres un magnífico actor . ¿ Cuando la pedirás que se case contigo ? debemos disponer una fiesta por todo lo alto .

No lo se. Siento que todavía estoy a tiempo de echarme para atrás . Es solo una chiquilla con ilusiones que no sé si quiero destruir

 Pero yo soy tu madre , recuérdalo - dijo Francesca con un tono de voz seco y zalamero .

 

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