martes, 8 de octubre de 2013

Sueños de escritora


Aquí estamos un día más, adentrándonos en un otoño incierto precedido en mi caso de un terremoto de emociones y sucesos que me han hecho replantearme muchas cosas , he derramado alguna lágrima ,pero también he aprendido que lo malo no es tan malo, ni lo bueno tan bueno, y que en la vida probablemente todo pasa por alguna razón. Creo que también estoy creciendo más como persona y ahora que empiezo a estar mejor y a enfocar las cosas desde otras perspectivas, empezando a tener un poquito de energía para hacer nuevas cosas, sonriendo y cumpliendo promesas, me gustaría volcarme en este , mi humilde blog y regalaros a todos los que estáis ahí “las azaleas del amor” por entregas Es una historia muy especial, una novela que escribí hace mucho tiempo y a la que tengo un gran cariño porque fue la primera gran aventura de esta aprendiz a escritora . Fue presentada en un concurso de novela romántica y hoy la retomo para que todos vosotros podáis disfrutarla. Sin más preámbulo ahí os dejo un pedacito y seguiré publicando cada día un pequeño fragmento para que podáis degustarla y si en algún momento queréis comentar o incluso criticarla aceptaré todas vuestras críticas para intentar mejorar, ya que en esta vida siempre he creído que todo es mejorable. Buenas noches y espero que os guste.

Daros las gracias por leerme y apoyarme. Me hacéis más fuerte. Os quiero y lo sabéis.


 

"Las azaleas del amor"


Allí estaba , como cada día , esbelta , erguida , enhiesta, aquella construcción majestuosa , fuerte, con aspecto de castillo y apariencia de fortaleza medieval, que hacía suponer que en su interior  se habían llevado a cabo intensas historias de grandes hombres y mujeres. Altas verjas prohibían el acceso a  su interior. Su puerta era de madera robusta , tan solo decorada por una inicial gótica , la L de Lowenfeld , sus propietarios  desde hacía dos siglos al menos .
Frondosas enredaderas de hiedra ascendían en una carrera incansable por las torres que rodeaban la mansión .
Aquella casa siempre me había inspirado una sensación insólita , mezcla de temor y respeto y un extraño sentimiento que me decía que yo pertenecía allí . Esa fascinación que me atraía hacia este lugar , en los últimos meses se había acentuado intensamente , pues mi lugar de trabajo no quedaba lejos de allí y debía de pasar al menos dos veces al día por delante de este lugar mágico que ejercía tan tremenda atracción sobre mi espíritu sensible .
 


- Despierta Lori , quisiera saber en qué estás pensando , la expresión de tu cara me decía que no estabas aquí .     
Quién así hablaba era Valerie , mi mejor amiga desde el instituto . Ahora trabajábamos juntas en la oficina de turismo que estaba detrás de la mansión Lowenfeld.
- Es esta casa, ya sabes que siempre me ha impresionado
-  Y a quien no - dijo ella- No sabes lo que yo daría por tener una casa como esta, estoy segura de que así tendría más suerte con los chicos.
Sonreí , Valerie siempre había sido muy enamoradiza pero normalmente se enamoraba del hombre equivocado , pese a todo ambas aún esperábamos que apareciera algún día el tan soñado príncipe azul .
En la agencia de turismo Yasmín y Pamela andaban atareadas contestando al teléfono. Las cuatro juntas formábamos un equipo inseparable desde hacía varios años . Pamela era la única del grupo que tenía una relación estable. Se había casado con  Peter ,  un joven soñador al que había conocido en un taller mecánico. Vivían en una casita de campo , lejos de la ciudad , en la que pese a su aspecto humilde y sencillo se respiraba un agradable aroma de felicidad , paz y armonía. Pamela y Peter pronto tendrían un bebé , el cual sería muy afortunado, pues ya antes de nacer tenía a tres madrinas encantadoras que se desvivían por comprar toda la ropa y accesorios para niño pequeño , que existían en el mercado para que estuviera equipado durante toda su primera infancia .
 
Yasmín había trabajado anteriormente como cajera de unos grandes almacenes , también había sido modelo de maquillaje, además poseía una carrera universitaria que en realidad no la convencía demasiado . Ella todavía no tenía nada claro lo que quería hacer en su vida aunque en cierta medida envidiaba a Pamela , no la importaría encontrar a un hombre dulce y hogareño con quien compartir el resto de su vida . Pero aún no había hallado a ese chico perfecto con el que formalizar un hogar estable. Ahora salía con un joven motorista que tenía aspecto de duro,  con su larga cabellera y aretes enormes en ambas orejas. Trabajaba como Barman en algunos bares de carretera. Pero Yasmín necesitaba otro tipo de vida y ella era consciente de ello , por tanto no cerraba las puertas a encontrar a ese hombre sencillo que le ofreciera esa seguridad que ella andaba buscando .
Por mi parte yo había estado enamorada algunas veces pero esas historias jamás habían llegado a buen puerto. Por esa razón ,junto con Valerie, aún esperábamos a un amor idealizado que sería la luz de nuestras vidas.
Cuando llegué a mi casa lo primero que hice como cada día fue mirar la correspondencia que el cartero metía por debajo de la puerta  y para variar no había nada nuevo : propaganda  de academias que te enseñaban a hablar varios idiomas correctamente, otras de informática , catálogos de los supermercados más cercanos y  poco más . Opté por arrugarlo todo en una gran bola de papel y tirarlo a la basura.

Me puse unos pantalones gastados de gimnasia y un jersey gris de lana . Había sido un duro día de trabajo , además hacía frío . Era uno de esos días tontos en los que me embargaba la melancolía y realmente no tenía ganas de cocinar, así que me hice un sandwich . Cuando me dispuse a comérmelo descubrí que se me había pasado por alto una carta que asomaba por debajo de la puerta. La recogí y la miré sorprendida, pues no me parecía afín con el correo anterior. Estaba sellada y lacrada. El sobre tenía la letra dorada de los Lowenfeld. Tal vez era una equivocación, volví a  leer el nombre del destinatario pero no había confusión alguna, mi nombre completo estaba ahí escrito : Lori Anne Baker .
Dudé durante unos minutos , pensando si primero debía abrir la carta o comerme mi sandwich. Finalmente ,me decidí por lo segundo aunque los nervios apenas me dejaban tragar cada bocado. Miré el sobre varias veces antes de abrirlo. Era una misiva escrita por un abogado , el señor Alfred Devon . En ella me comunicaba que en un plazo de quince días debía dejar mi casa y mudarme ni más ni menos que a la mansión Lowenfeld  . ¿ Por qué ?, me preguntaba a mí misma una y otra vez. Tal vez Valerie decidió gastarme una broma  aprovechándose de la influencia que esa casa ejercía sobre mí. La llamaría  y ella me lo aclararía todo. Pero , seguramente si había sido ella estaría esperando que la llamara. No , no lo haría  , no la daría ese gusto ,  de ninguna manera permitiría que se riera de mí de aquella forma . 
Al día siguiente pasaría por la dirección de dicho abogado y él me pondría al corriente de tal situación . Así me quedé dormida pensando en ello.
 
 
 
 
 
 

 
 

 

2 comentarios:

  1. ohhhh!!!kiero maaas lauryy. k esto enganchaa jeeje. es muy bueno.

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  2. Laura Maria!! la verdad que si toda la novela logra atraparte de la forma que te atrapan estas pocas lineas, deberia ser un Best-Seller!!!!! Sos una gran escritora. Nunca renuncies a esto porque tenes un don, aprovechalo!!

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