Y para los que os habéis quedado
con un poco de gusanillo de saber que pasará os adelanto otro capítulo, para
todos los fans verdaderos de Lori Anne y su creadora. Un abrazo....
Capítulo 29
Durante un mes no se habló de otra cosa en la mansión. Todo era un ir y
venir de gente, peluqueros , modistas, estilistas, decoradores, pasteleros y
todo un largo sinfín de profesionales que venían a hacer las pruebas para que
día tan señalado resultara perfecto. Pero lo que no se podía controlar era lo
más importante. Los sentimientos. La boda no se realizaría por amor, sino por conveniencia. Un día tía
Henrietta vino a mi cuarto. Su semblante era duro.
-
Lori Anne, has estado tan ocupada
estos últimos días que no he conseguido encontrarte ni un par de minutos a
solas. Quiero hablar contigo de algo que considero realmente muy serio.
-
¿De qué se trata ? El tono que
utilizas no es propio de ti
-
Lo sé, pero verdaderamente estoy preocupada y
esta vez no es por nadie más que por ti misma. Todo el mundo prepara tu boda ,
pero a ti no te veo con la ilusión propia de una novia feliz.
-
¡Oh! Henrietta, hay tantas cosas
que tú no sabes...
-
De acuerdo. No pretendo sonsacarte, sólo
quiero que sepas que aún estás a tiempo de no cometer una locura, si no amas a
Alexander. Él es un buen chico y estoy segura de que lo comprenderá.
-
Gracias, tía, pero esto es algo entre nosotros
y ya no hay marcha atrás. Pero hay algo que deseo pedirte. ¿ Recuerdas el
anillo que Theodora mencionó en el testamento y que aún no ha aparecido ?
-
Claro , cómo podría olvidarlo, si
ha pertenecido a la familia durante tanto tiempo.
-
Pues verás , siento que debería
encontrarlo. Me gustaría llevarlo el día de mi boda. Puede que creas que soy
una tonta supersticiosa pero creo que podrá ser un amuleto que me protegería
pasase lo que pasase. En mis pesadillas, con frecuencia suele aparecer un
anillo, tal vez eso quiera decir algo sobre el rumbo que en un futuro debe
seguir mi vida.
-
No se que decir , puede que tengas
razón. ¿ pero dónde podemos buscarlo ? Ya sabes que hemos buscado por todos los rincones. Sólo nos falta mirar
en la habitación de Theodora.
-
Sí , debe estar allí
-
Pero sabes que la llave se perdió
y...
-
Definitivamente debemos llamar a un
cerrajero.
-
Muy bien - Henrietta salió de mi
cuarto. Me quedé pensando en todo lo que me había dicho sobre que aún podía
arrepentirme y volverme atrás.
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