Queridos amigos esta tarde vuelvo a daros un trocito de mi en forma de
unas pocas letras, mientras algunos
corren los sanfermines, otros disfrutan de sus vacaciones y otros cuentan las
horas para poder irse. Yo me encuentro
entre los últimos en unos días podré disfrutar de un merecido descanso y a la
vuelta dios dirá habrá nuevas pruebas, nuevas realidades, seguir el camino en
definitiva ,un fuerte abrazo para todos , os quiero y disfrutar de vuestras
vacaciones.
Cuando se fue, subí a mi cuarto. Parecía que estaba sonámbula y flotaba
sobre una nube. Pero una voces me devolvieron a la realidad. Salían de la
habitación de Alexander. Él y su madre volvían a regañar
- No se como puedes ser capaz de tal
crueldad - dijo él
- Soy tu madre y me debes obediencia
-Francesca respondió-. Además sabes que te conviene más a ti que a mi misma.
Piénsalo
Me fui a mi cuarto , no me parecía correcto escuchar una conversación
ajena a mí. Además hoy me sentía tan feliz que nada ni nadie , me lo podría
arruinar.
Por la mañana bajé temprano al jardín para reflexionar. Me sorprendió
encontrarme con tía Henrietta. En su rostro podía apreciarse que estaba
preocupada por algo.
-
Buenos días tía
-
Hola querida - Me respondió. Sin
lugar a dudas también mi presencia allí a estas horas le había cogido
desprevenida.
-
Te noto preocupada ¿ Qué es aquello que te inquieta ?
-
Vamos hablaremos mientras desayunamos
Nos sentamos en el porche y pronto
nos trajeron las bandejas con nuestros primeros alimentos del día.
-
¿ Y bien ? - Le insistí
-
Bueno , puede que pienses que me
estoy convirtiendo en una vieja sensiblera. Verás , añoro la figura de
Theodora. Ciertamente ella resultaba dura y arisca en algunas ocasiones y es lo
que casi todo el mundo recuerda de ella.Sin embargo también tenía muy buenas
cualidades como el valor que le daba a la familia. Con ella ahora no sucedería
lo que ocurre.- Mordí la tostada y le pregunté a que se refería.- Bueno la
familia se está hundiendo. Francesca y Jasper hace tiempo que no resultan un
matrimonio convencional. Duermen en habitaciones separadas y cada uno lleva su
vida de forma independiente a la del otro. Él ha tenido algunas historias fuera
del matrimonio y Francesca ha tenido conocimiento de ellas.
-
¿ Y porque no se ha
divorciado ?
-
Evidentemente a ella no la
convenía.
-
Es cierto – Asentí.
-
También me preocupa la pobre Emma - Henrietta
continuó-. Creo que con los problemas que tiene lo mejor sería ingresarla en un
buen centro, allí podrían atenderla los profesionales a diario y posiblemente
mejoraría de una forma más rápida y eficaz.
-
Tienes razón. Incluso puede que te resulte
cruel lo que te voy a decir pero da la sensación que a Francesca no le importa
en absoluto la vida de su hija.
-
Sí , no contenta con manipular su
vida desde que nació ahora la quiere casar y ¿ qué me dices de Owen ?- Me
preguntó Henrietta
-
Es un ser frío y calculador ,
egoísta y sin principios , no me parece que sea la persona más adecuada y menos
en este momento.
-
Pobre chiquilla. Por otro lado está Alexander.
Ultimamente discute más que nunca con su madre. Este fin de semana no ha venido
a dormir a la mansión. Se aloja en un hotel. Durante el día está aquí por su
hermana. Pero...
-
Anoche cuando regresé estaban
discutiendo. Es lamentable. Pero ¿ tú sabes de que se trata ?
-
No , es algo entre ellos , suelen encerrarse
en la biblioteca o en alguna habitación y así pueden pasar horas.
-
Tienes razón , la familia se está hundiendo.
Ahora déjame darte una buena noticia - le mostré el anillo que Albert me había
regalado.- Albert me ha pedido que me case con él .
-
¿ De veras ? Enhorabuena , querida. Al menos hay algo que
todavía funciona. Pero ¿Cuándo te lo ha pedido ?
-
Justo anoche antes de despedirse de
mí.
-
¿ Piensa pedir tu mano a la
familia ?
-
Bueno , ya sabes como es él. No hemos hablado
del tema, pero lo veo muy difícil.
-
Podrías convencerle. Precisamente
Francesca anda muy atareada preparando la fiesta de compromiso de Emma y Owen,
podría ser un buen momento.
-
Bueno , intentaré hablar con él .
-
Hola , Lori Anne- me saludó
ilusionada. Entramos a la cabaña. Albert me presentó como una visita muy
especial.
-
Oh¡ Lori Anne, que sorpresa tan
agradable - dijo su madre , que cocinaba. Me acerqué y la bese en la mejilla
-
¿Cómo se encuentra Señora
Seymour ?
-
Bueno , el doctor Walters dice que
he mejorado muy rápido , por suerte tengo una voluntad muy fuerte.
-
Cuanto me alegro
Me sentía tan bien que había comenzado a trastear con los cacharros de la
cocina sin apenas darme cuenta. Madeleine me miraba con sorpresa.
-
Estaba preparando la cena ¿ Te
quedarás a acompañarnos ?
-
Sí , sí , por favor , así me puedes
acostar y contarme un cuento. Lo hacías tan bien. - Arguyó Meg-.
-
Bien me quedaré si no supone una
molestia.
-
Claro que no - dijo Albert , cogiéndome de la mano-
Además , mamá , tenemos que confesarte que Lori Anne y yo estamos muy enamorados
y nos vamos a casar.
-
¿ Cómo ...? Es una noticia
maravillosa.
-
¿ Puedo llamarte hermana ? -
me preguntó Meg
-
Sólo si no te aprovechas de “tu
hermana mayor” - dije bromeando.
Fue una cena familiar y amable llena de bromas y buenos deseos. Se
respiraba un ambiente de cálido bienestar. Tras acostar a Meg , ayudé a
Madeleine a recoger la cocina, mientras Albert fumaba un cigarrillo fuera.
-
Realmente me ha alegrado muchísimo
que Albert y tú hayáis hecho las paces. Yo sabía que tú eras una buena persona
y no merecías que él te odiara ¿ sabes ? Eres igual a tu madre. Creo que
en estos momentos ella también bendeciría vuestra unión como yo lo hago ahora.
-
Estoy segura de ello. Madeleine, me
gustaría darte las gracias por haberme cuidado durante los años que pasé en el
colegio. Albert me lo contó , y bueno ,de veras que no se como agradecértelo
-
¡Ah! Mi pequeña. Ya lo haces con tu
natural forma de ser. Sólo desearía que me quisieras como a una madre y
acudieras a mí si tienes problemas
-
Ya la quiero mucho - dije besándola
con ternura
-
Eres una buena chica - dijo ella ,
limpiándose una lágrima que resbalaba por su mejilla.
Nos despedimos , pues ya eran altas horas de la noche y Albert me
devolvió a la mansión .
-
Tía Henrietta me dijo que deberías
pedir mi mano a la familia
-
Me lo temía. Es lo que me pasa por
enredarme con una Lowenfield
-
¡Albert ! - grité enfadada.
-
Era una broma - dijo él , riéndose
-
Lo supuse, pero no tiene la más
mínima gracia.
-Perdóname - dijo , entonces , besándome
en la frente con dulzura.
-Algo así había pensado , pero ahora como están demasiado ocupados con la fiesta de tu prima , creo que sería mejor dejarlo para más adelante
-Algo así había pensado , pero ahora como están demasiado ocupados con la fiesta de tu prima , creo que sería mejor dejarlo para más adelante
- De acuerdo , pero no lo aplaces
demasiado. No se porqué pero tengo un mal presentimiento.
-No te preocupes , en cuanto pase
este evento iré a pedir la mano de mi princesa .
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