martes, 21 de enero de 2014

Las azaleas del amor XIII

capítulo 13

 

Subí a arreglarme, había quedado para salir a comer con Alexander y pasarnos después a ver a Jasper a sus oficinas. Mientras subía las escaleras escuché unas voces histéricas y alteradas que provenían de la habitación de Francesca. Pude distinguirlas claramente aunque no así descubrir de que discutían . Madre e hijo discrepaban acaloradamente. Alexander bajó la voz. Pude escuchar que se lamentaba por algo. Extrañada por tan fuerte disputa decidí entrar en mi cuarto sin entrometerme en sus problemas , que también eran los míos aunque yo por ahora lo ignoraba . Poco tiempo después Alexander apareció en mi puerta disculpándose por no poder acompañarme como habíamos dispuesto , pues su padre le había reclamado para un asunto urgente , lo mejor sería aplazar nuestra cita.

Yo pensaba que esta excusa no era cierta , y que más bien este cambio de planes se debía a  la repentina discordia que había mantenido con su madre .

Me acerqué a abrir las ventanas del cuarto pues el calor se hacía asfixiante a mi alrededor . En el jardín divisé a Albert trabajando sin descanso. Estaba sin camisa y vestía unos pantalones cortos que dejaban al descubierto sus bien torneadas piernas. Resultaba realmente fuerte y atractivo . Trabajaba sin reposo. A pesar de que nadie le estuviera observando , jamás aprovechaba para holgazanear. Se sentía a gusto realizando sus tareas en el jardín. Ello se apreciaba en su rostro , su mirada brillaba con pasión . Amaba lo que hacía. Viéndole cuidar las flores parecía imposible que pudiera ser tan áspero en algunas ocasiones. Se le veía dulce , sensible , delicado . Me estremecí al imaginar que me acariciaba con esa ternura en un momento íntimo , solamente nuestro.

Soñaba despierta, era evidente que él y yo jamás podríamos vivir un momento tan mágico. Albert me odiaba y no podía olvidarlo . Sin embargo yo cada día estaba más enamorada de él. Le amaba con toda la fuerza de mi alma .

Durante el día  estaba prácticamente todo el tiempo junto a Alexander y por la noche , a solas en mi cuarto , imaginaba la figura de Albert a mi lado . Recordaba cada detalle de su torso moreno  , pensaba que su piel se pegaba a  la mía ,que formaba parte de mí . Soñaba con sus besos. Entonces las dulces miradas con las que obsequiaba a Emma en estos momentos eran solo para mí . Cuando volvía a  la realidad , me decía a mi misma que no podía seguir así . Terminaría poniéndome enferma . Además tarde o temprano él lo notaría y lo utilizaría en mi contra, para hacerme aún más daño .

Cómo si Albert pudiera haber escuchado mis pensamientos desde el jardín , miró hacia mi ventana y descubriéndome allí  mirándole , me tiró un  beso atrevido para seguir trabajando después alegremente .

Esa noche las azaleas blancas volvieron a ocupar su lugar en mi mesilla encendiendo mi corazón . En pocos días , y sin ningún motivo por parte de Albert o mío Emma empezó a mostrarse celosa  de una forma enfermiza. Espiaba a Albert durante todo el día , si le sorprendía mirándome furtivamente le montaba escenas de melodrama, esperando que él confesara una infidelidad que no existía. La tensión llegó a se tan fuerte en su relación que Albert no dudó  en abofetear a Emma en un momento de irritación. Ella se fue jurando que se vengaría de su estupidez . Al ver tal escena no dudé en salir en defensa de mi prima. Él no tenía derecho a reprocharla nada , pues en definitiva podía decirse que la culpa de lo que acababa de suceder era solamente suya por haber jugado con ella como con un gatito mimoso y concederle falsas esperanzas .-Vaya , así que eso es lo que cree doña perfecta.   ¿ Debería pedirle perdón entonces ?- Me dijo con arrogancia y frialdad

-Creo que lo mejor sería dejarlo cómo está y reconocer tu error.  -¿ Mi error ? Me parece que mi único error es estar aquí escuchado tus sermones. Deberías estar contenta, ahora te puedo cortejar a ti. Eso es lo que deseas desde que me conoces ¿Crees que no lo sé ? -Albert, tu vanidad te va a echar a perder - dije con orgullo , alejándome de él. Pero aunque en apariencia me retiraba victoriosa, en mi interior me sentía vencida. Él lo había vuelto a hacer . Siempre que hablábamos terminaba humillándome. Con intención de evitar este tipo de conflictos en el futuro le pedí a tía Henrietta hacer un viaje para conocer otra de mis posesiones recién heredada , la casa dela playa , a lo que ni ella ni Francesca pusieron ningún impedimento . Solo Emma se inventó una nueva enfermedad con la esperanza de permanecer a solas con Albert durante una larga temporada , pero esta vez no la resultó . Los médicos de la familia aseguraron que las sales del mar la vendrían de maravilla para sus dolencias .

Mientras preparaba mis maletas conservaba la esperanza de que la distancia sería la mejor solución para poder olvidar a Albert . Alexander también vendría , pues Francesca tuvo gran interés en que nos acompañara. Confiaba en que él jugara un papel muy importante para llevar a cabo mi plan . 

Por la tarde  aproveché para despedirme de mis amigas . -Estoy segura de que cuando vuelvas aún va a ser peor. Si él te ama pensará en lo que Alexander y tu podríais hacer allí y cuando quieras hablar con él te rechazará ferozmente como una bestia herida con un dardo venenoso , el dardo de los celos. Por eso creo que sincerarte con él antes de partir sería lo más justo para los dos . Piénsalo...  -Valerie seguía insistiendo  -Se nota que no le conoces. Creo que en lugar de su corazón , en su pecho hay una piedra enorme.

Pamela se acercó a mí y me dijo : -Lo más importante es que escuches a tu corazón . Y sea cual sea tu decisión te desearemos mucha suerte . Seguramente si Alexander te quiere de verdad sabrá como hacerte feliz. - Pamela  posó la mano sobre su vientre y sonrió lánguidamente . Indudablemente rememoraba el momento en que aquella pequeña criatura había sido concebida. -Yo creo que Pamela tiene  razón. Dale una oportunidad a Alex. No le cierres las puertas de tu corazón. Tal vez si Albert ve que puede perderte intente hacer algo ¿no ? -No lo sé . Estoy hecha un lío. Ya se que parezco una adolescente , pero  me temo que mi corazón está demasiado dividido como para tomar una rápida decisión. Estoy enamorada de Albert, eso lo tengo claro , pero Alexander me inspira un sentimiento tan dulce y me sentiría tan cruel si le hiriera. Por eso me voy  a la casa de la playa. Puede que así , a su lado y sin ver a Albert constantemente pueda resolver mi dilema .- Mucha suerte amiga - terminaron por decir todas. Me dio la sensación de que iba a viajar muy lejos , a otra dimensión en lugar de realizar unos días de vacaciones. Miré a mis amigas entre lágrimas. Sus caras expresaban preocupación y sorpresa. Estaban ansiosas por conocer cuál sería el caballero capaz de conseguir finalmente el corazón de su dama en mi torneo particular.



Muy pronto podréis seguir disfrutando de Lori Anne y de ese corazón que la atormenta.

Espero que os guste, un abrazo fuerte y buenas noches.
 

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