martes, 5 de marzo de 2013

A quién le importa


 

El domingo la magia de los  años 80 volvió a mi  vida en forma de musical, “A quién le importa”, basado en letras de Carlos Berlanga, muchas de ellas conocidas por ser interpretadas por Alaska.

El escenario se vistió de color, locura, plástico, cristal y todo tipo de pluma muy de la época para poner sobre las tablas una historia de amor y desamor, idas y venidas,  y sobre todo mucha música bailable  y ganas de fiesta.

Es un musical que nos trae risas y nos sube el ánimo con sus bromas, y bailes, lentejuelas y bailarinas convertidas en vedettes o diablesas según el número correspondiente.

Pompas de jabón, confeti e imágenes de vídeo ayudan a trasladarnos en el tiempo y hacernos creer que de nuevo estamos en Rock ola tomando algo viendo chicas monas y macarras con ganas de pasarlo bien.

Canciones que han pasado a la historia porque sus letras son más que himnos  como ese” a quien le importa “que da título al musical y tantas veces en incontables versiones hemos hecho nuestro reivindicando que la gente que nos crítica no sabe nada  de nuestra vida y por norma son envidiosos y amargados que no soportan que vivamos  en un mundo de color rosa. O que decir de ese” bailando” que hemos puesto en práctica hasta dejarnos los esqueletos totalmente descoyuntados.

Lo recomiendo para pasar un buen rato, es entretenido, descarado, pizpireto, no tiene desperdicio, no puedo contar más para no destrozároslo por si decidís ir a verlo.

Como siempre un beso fuerte para todos y  hacer terapia escuchando música ochentera que siempre sienta bien para quitarnos las penas.

 

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